Expedientes Secretos B

Siempre se le machaca y señala a la coca-cola eso de ser la bebida "del imperio", de que los yanquis te meten los marines por la costa y la coca por la góndola y ésto y lo otro, eso sin contar la historia de que afloja bulones y disuelve dentaduras en instantes. ¿Y la Pepsi que? ¿La crearon los bolcheviques?. Pareciera. Así, silvando bajito, la otra gran cola se mete en las entrañas mismas de la América profunda, la de las venas abiertas, la de Fabián Vena. Pero hasta Valentino "el Argentino" se descuida alguna vez y se la dan. Así lo hizo ésta carbonatada bebida que no es otra cosa que una máscara de la Agencia Central de Inteligencia (Rosario Central Intelligence Agency, tal su sigla en inglés), intentando penetrar en ciudad universitaria, un terreno esencialmente balompieril. Y si se trata de penetrar, siempre habrá un balompiero presto y alerta a desvestir y desnudar cualquier tentativa de acabar un espirituoso gesto vernáculo, como lo son la hesperidina, el pineral o el fernét con coca (o con gamuza porque no?), nobles bebidas de patente argentina. De éste modo, la sed del espiritu balompiero, aquella que Roberto Balompieri inculcó por siempre a sus borrachos discípulos, está una vez más saciada.

¡Abajo Fido Dido, arriba tu hermana!

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