lunes, 19 de noviembre de 2007

Oda a la soledad

Sentado solo, mirando como los yuyos se apoderan de la cancha, pienso en los balompieros que abandonaron el juego. Miro para todos lados, esperando que venga alguno. “Allá viene uno”, digo para mí. Al rato veo que va para otro lado. “Mmm, no era”, me comento solo.
Nadie. Solo. “Espero media hora y me voy”, digo, sabiendo que no va a venir nadie. ¿Por qué?, me pregunto. No encuentro la respuesta. A esta altura, el año pasado éramos un montón.
Me estoy por levantar, triste. Agobiado por la soledad. Veo que llegan de otro grupo a jugar. No da, yo soy Balompiero. Pero no viene nadie. Bueno, me voy a mi casa.
Una moto viene. Uno solo. Somos dos. Encima no tenemos pelota. Nos miramos. No hace falta decir nada. “¿Por qué no viene nadie?”, me pregunta. “No se”, le contesto.
Charlamos un rato, esperando, sabiendo que no va a venir nadie. “Para donde vas”. “Para el centro”. “Subí, te llevo”.
Nos vamos. Solos. Tristes. Agobiados por la soledad. Otro viernes sin fútbol. Otro viernes sin Balompieros.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

me conmovió mucho el relato de Oda a la soledad. Lo subí a mi web... www.JavaPez.com.ar

Abrazo

Anónimo dijo...

conmovido....con lagrimas en los botines, lloro y digo a vosotros balompieriles: no le hagan mas estas cosas al futbol.....