lunes, 12 de febrero de 2007

VIVA LA MOÑA

El amague a veces sale a veces no, pero cuenta la voluntad.
El firulete loco enreda las piernas como se enredaba la madreselva a la que le cantaba Libertad Lamarque.
Inventamos la vuelta olímpica y el olímpico que es un refuerzo surtido.
Creamos "la gran charrúa", esa que vas perdiendo y terminás perdiendo;
"la gran chaplin", "la plancha con la levantadita de manos",
"la arrolladita", y la "hago vista clavado y me la calvan en el ángulo".
Pero todas con pasión y entrega como la vez que en un campeonato de barrio
quedé mano a pie con el golero (que le decían "Torito" porque una vez le cabeceó la cabeza a uno) y trancamos furioso y volé y cuando se disipó la polvadera, él estaba tirado y yo más cerca del arco con la pelota picando al lado mío. Y gritos de la platea mediante, me levanté apenas mientras "El Torito" me barría de nuevo y antes del último puñado de tierra en el ojo vi como el balón ingresaba, despacito, al arco donde, obviamente, no lo esperaba ninguna red.

1 comentario:

Balompieros Autoconvocados dijo...

como la tecnologia por mas tecnologica no puede parar el espiritud que llevamos nosotros los balompieros. por una argentina mas justa y una distribucion equitativa de la pelota